La inteligencia artificial, la automatización y el análisis de datos están revolucionando la gestión de la calidad en la industria

La excelencia en la industria ya no depende únicamente de la robustez de las máquinas o la eficiencia de las líneas de producción. En un mercado donde cada vez es más complicado destacar sobre la competencia, la calidad ha emergido como un valor diferencial para las empresas.

La industria española se encuentra en un momento de cambios acelerados y debe esforzarse por cumplir con estándares internacionales, anticiparse a cambios regulatorios, tecnológicos y de mercado para asegurar la excelencia en sus productos y servicios. La tecnología y la innovación se revelan como las principales impulsoras del cambio. Con la incorporación de la inteligencia artificial, la automatización y el análisis de datos, se pueden anticipar fallos, optimizar la trazabilidad y mejorar la eficiencia en procesos productivos, logísticos y de control de calidad, reduciendo costes y fortaleciendo la fiabilidad de los productos y servicios.

Esta es una de las conclusiones del segundo capítulo del informe “Brújula desde Dentro”, impulsado por ISS España, empresa líder en integración de servicios, tales como limpieza, mantenimiento, workplace y Facility Management, y creado a partir de diversas mesas de cocreación que analizan el estado actual de la industria. El capítulo, dedicado al papel fundamental de la calidad, recoge las conclusiones del profundo análisis que han realizado AENOR, Vichy Catalán, Beckman Coulter, Primafrio y la Revista PQ.

Los expertos destacan el papel de la inteligencia artificial, especialmente en la industria médica y de laboratorio, donde la innovación es constante y esta herramienta es ya una realidad. En otros sectores como el agroalimentario o la minería, la IA facilita la monitorización de procesos subterráneos, el análisis de grandes volúmenes de datos y la toma de decisiones basada en información precisa. Y, del mismo modo, la industria farmacéutica y alimentaria se apoya en ella para elaborar análisis, garantizando así la seguridad de las personas y reduciendo el riesgo de resultados erróneos con implicaciones graves.

Asimismo, Enrique Porras, director de la Oficina Técnica en ISS España, destaca que “aunque la tecnología marcará el rumbo de la transformación de las empresas, el auténtico cambio se hará gracias a las personas. Tanto sus habilidades como su formación y perfiles profesionales evolucionarán en los próximos cinco a diez años. A medida que se incorporen más herramientas digitales, será clave invertir en el crecimiento y potencial de quienes integran nuestras organizaciones”.

Así pues, la tecnología marcará el futuro de la calidad en la industria de manera significativa en los próximos años. “Las empresas que no sean capaces de adaptar su modelo a un mercado en constante evolución a raíz de esta revolución digital, con la inteligencia artificial a la cabeza, se quedarán atrás” señala Porras.

Además, la irrupción de nuevos agentes internacionales, que pueden resultar más competitivos, y el contexto geopolítico actual, marcado por las guerras y la reciente tensión arancelaria, revaluarán los modelos y mercados, afectando a las normativas y su aplicación, con las posibles repercusiones que pueda tener en la industria española.

La calidad en la cadena de suministro

El informe destaca que controlar la calidad dentro de las organizaciones es un reto asequible, puesto que se pueden realizar auditorías internas y sistemas de seguimiento. Sin embargo, cuando se incluyen a terceros, la complejidad crece porque cada eslabón nuevo aporta variabilidad y, al mismo tiempo, riesgo. Para que la integridad del producto no se vea comprometida, resulta imprescindible desplegar un sistema de trazabilidad robusto que cubra todas las fases y actores de la cadena.

“Para garantizar que todas las partes involucradas en la cadena de suministro cumplen con los estándares establecidos, resulta imprescindible establecer una relación de confianza con los proveedores a través de la colaboración, el desarrollo recíproco y un compromiso común con la excelencia” señala Enrique Porras.

En este contexto, debemos tener en cuenta las necesidades específicas de cada sector. En el de la industria médica y de laboratorios, donde España se sitúa como uno de los países más regulados, los expertos han señalado que la calidad está estrechamente relacionada con la seguridad. Es imprescindible un sistema de trazabilidad, de comunicación y de alertas sanitarias muy sólido y ágil, para poder enfrentar cualquier imprevisto que surja con un producto e informar a las autoridades competentes.

La misión empresarial y social de las certificaciones

Pese a que la evolución de normativas y estándares es cada vez más rápida, las empresas siguen centradas en la adopción de estándares internacionales para reflejar su compromiso con la calidad industrial. Según el informe anual de la Organización

Internacional de Normalización (ISO), España ocupa el cuarto puesto mundial en centros certificados en gestión de la seguridad en el trabajo (ISO 45001) y el sexto en certificación de gestión de la calidad (ISO 9001), con más de 60.000 centros de trabajo que han adoptado esta última norma.

Estas certificaciones se han convertido en instrumentos clave para abrir puertas a las empresas españolas en mercados extranjeros y licitaciones públicas. Se consideran una garantía de fiabilidad y rigurosidad, aspectos cada vez más exigidos por grandes multinacionales, organismos gubernamentales y clientes finales, especialmente en sectores de alta sensibilidad como la alimentación o el farmacéutico, donde la calidad es un factor de compra decisivo.

Accede al segundo capítulo del informe “Brújula desde Dentro” que trata sobre calidad.